El libro “13 Cosas Que No Tienen Sentido” de Michael Brooks, explora varios fenómenos para los que aún no existe una explicación científica completa. En su mayoría son fenómenos astronómicos como la materia oscura y una señal de radio de 1997 que podría haber venido de otro planeta, pero también hay algunos fenómenos médicos, incluido uno que me fascina: el efecto placebo. Se trata de un efecto beneficioso producido por un medicamento o un tratamiento que no se les atribuye, pero que parece deberse a la creencia del paciente en el tratamiento.
Un ensayo ha demostrado que la cantidad de
analgésicos se puede reducir significativamente cuando se combinan con
placebos. El poder del efecto placebo fue ilustrado por un estudio del medicamento
contra la ansiedad más vendido, Valium, que mostró que casi no tiene ningún
efecto a menos que el paciente sepa que lo está tomando. Esto sugiere que los
placebos podrían mejorar la salud de los pacientes y ahorrar dinero, pero su
uso está restringido por la falta de comprensión. A pesar de ser ampliamente
reconocido, algunos expertos médicos no están dispuestos a utilizar algo que no
tenga una base científica.
El libro sugiere que se necesitan ensayos a
gran escala para analizar el efecto placebo y mostrar cómo y cuándo se puede
usar de manera segura, pero estos son costosos y las compañías farmacéuticas no
tienen ningún incentivo para financiar un estudio de este tipo, ya que su
objetivo es reducir la cantidad de medicamentos en uso. Me frustra pensar que no
podemos aprovechar los aparentes beneficios de los placebos debido al
funcionamiento de nuestros sistemas de salud.