Mis árboles favoritos son el cerezo y el abedul.
El cerezo es ideal para el jardín porque da flores magníficas de color rosa en la primavera y frutas deliciosas en otoño. Recientemente tuve que reemplazar dos pinos en mi jardín porque molestaban a nuestros vecinos causando demasiada sombra en su jardín. Pensábamos reemplazarlos con cerezos cuando visitamos un centro de jardinería donde se venden arboles maduros pero elegimos dos manzanos porque sus formas eran muy elegantes. Tuve que regar los nuevos árboles cada día durante un mes de modo que sus raíces pudieran establecerse.
Los abedules son muy bonitos en el campo porque son muy ligeros y sus hojas titilan en el viento como si el paisaje cobrase vida.
De hecho me gustan todos los árboles: los robles grandes pesados y de hoja caduca; los pinos altos y delgados y de hoja perenne; los abetos que crecen en todas partes en Escocia y los plátanos que son muy populares en las plazas de España por su sombra profunda.
Pero los árboles pueden de vez en cuando causar problemas. En la plaza donde vivimos adelante de nuestra casa crecen muchos limeros(?) que producen en verano flores con un olor delicioso. Desafortunadamente ellos producen también una sustancia pegajosa (savia) que cae sobre los coches aparcados bajo los árboles. Es muy molesto porque es difícil sacar la sustancia de la chapa de los vehículos. No todo es sencillo en la vida.