¿Has oído de Darién? ¿Sabes dónde está?
Darién es un rincón de Centroamérica, un pequeño trozo de tierra entre Colombia y Panamá. No está lejos de ser un paraíso tropical pero en realidad es un pedazo de terreno infernal con selva impenetrable, montañas cubiertas de bosques densos y numerosos pantanos. Dominan enfermedades letales como la malaria y la fiebre amarilla. Llueve casi todo el tiempo. Es la región más lluviosa del mundo.
Y Darién -este país de tus sueños- fue justo la región elegida por los escoceses a finals del siglo XVII para establecer su imperio en el Mundo Nuevo. La esperanza era que encontrarían oro y podrían crear un via terrestre entre los océanos Pacifico y Atlántico de este modo, desarrollando un comercio muy beneficioso.
El sueño duró solo dos años antes de volverse en una pesadilla. Los escoceses decían que eran las victimas del antagonismo de los ingleses, de los españoles y de los indios nativos. En realidad sufrieron del terreno inhospitable, del clima, y sobre todo de las enfermedades que mataron a 900 de los primeros 1200 colonizadores. Se estima que Escocia perdió casi la mitad de toda su riqueza por el fracaso y eso fue una de las razones principales de su unión política con Inglaterra en 1707.
Por fortuna, con el tiempo los escoceses salieron bien de esta historia triste. Beneficiaron enormemente al desarrollo del imperio británico en los siglos siguientes de la unión y de la industrialización de Gran Bretaña en el siglo XIX.
¿Y qué pasó con Darién? Continúa siendo una región inhospitable y peligrosa. Por su impenetrabilidad es el único lugar donde se interrumpe la Carretera Panamericana que conecta la mayor parte de los países del continente americano. Pero es una ironía de la historia que al fin del siglo XX ingenieros americanos lograron construir a través de la selva y las montañas el canal de Panamá que realizó el sueno original de los colonizadores escoceses y permitió con gran éxito el pasaje de comercio entre los océanos Pacifico y Atlántico.