El martes pasado el vuelo SQ321 de Singapore Airlines en ruta de Londres a Singapur sufrió una turbulencia extrema imprevista que se saldó con la muerte, por un infarto, de un hombre de 73 años, y numerosos pasajeros y miembros de la tripulación resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad.
Después de 10 horas de travesía, el avión se elevó y cayó repentinamente, descendiendo cerca de 1.800 metros. No todos a bordo tuvieron tiempo para abrocharse su cinturón de seguridad y como resultado algunos sufrieron más que otros el impacto de la violenta sacudida.
Los pasajeros que vuelan con frecuencia están acostumbrados a las turbulencias y la mayoría las afronta bien. Sin embargo, existen dos tipos de turbulencia. Hay las turbulencias que se producen en las nubes, las cuales, la mayoría de las veces suelen ser relativamente leves y detectables por los pilotos, en contraste las otras turbulencias son más peligrosas y ocurren en el aire claro, es decir, en cielos despejados y claros, no se ven fácilmente y no se pueden predecir. No obstante, asegura Paul Williams, científico atmosférico de la Universidad de Reading, en Reino Unido. Un 75% son detectables. Podemos predecirlas con precisión hasta con 18 horas de antelación. Según él, es preocupante que la frecuencia de las turbulencias severas está en aumento, al parecer, debido al cambio climático. Este será un desafío adicional para los científicos en su búsqueda para aliviar la preocupación de los viajeros y del personal de las aerolíneas.
¿Habéis estado alguna vez en un vuelo que ha sufrido turbulencias severas? ¿Cómo reaccionasteis?
En las fuentes citadas a continuación, se explica más sobre la formación de las turbulencias.
https://www.youtube.com/watch?v=lFLn1PAqs9M&ab_channel=BBCNewsMundo
https://www.bbc.com/mundo/articles/clddvnkk1ppo
https://www.youtube.com/watch?v=lFLn1PAqs9M&ab_channel=BBCNewsMundo