Esta mañana oí
un anuncio en la radio sobre una nueva campaña apoyada por un grupo que se
llama (“Sustain”). Se trata de la dieta
poco saludable en nuestra población, y de la venta de bebidas azucaradas en los
hospitales públicos.
Los cafés, las
cafeterías, las tiendas y las máquinas expendedoras en los hospitales ofrecen
refrescos fríos y bebidas calientes. Los
puntos de venta son muy convenientes para los empleados, los visitantes y los
pacientes, pero venden artículos poco saludables que contienen muchas calorías.
Esta semana, el
Sistema Nacional de Salud (NHS) en Inglaterra anunció que limitará la venta de
bebidas azucaradas en sus sitios. El
proyecto cubre todas las bebidas con más de 5 gramos de azúcar por 100 ml (incluso
zumos de fruta con azúcar añadida y bebidas lácteas con sirope).
El NHS exige ahora
que los vendedores reduzcan las ventas de éstos artículos a un máximo de 10 por
ciento de sus ventas. La fecha límite del proyecto es el final del mes de marzo
2018. Inicialmente el NHS ha lanzado un
acuerdo facultativo. Pero ha
declarado que en el futuro incluirá una
obligación formal en sus contratos si los proveedores no dan en el blanco el
año que viene.
Fuentes: