La semana pasada asistimos a un festival de música. Unos conciertos se concentraron en la obra de Schubert . Tuvimos también la posibilidad de oír una presentación muy interesante sobre su vida, y también sobre el ambiente en el cual vivía.
Es una historia bastante triste. Schubert nació cerca de Viena, a finales del siglo decimoctavo. Su padre era maestro en una escuela parroquial. La familia era numerosa, con mucho talento musical, pero sin dinero.
De niño, Franz fue reconocido por su voz y lo inscribieron en una escuela especializada en Viena donde estudió música con el gran maestro Salieri, (conocido ahora mayormente por la envidia que le tenía a Mozart).
A la edad de diecinueve años Schubert se enamoró de una chica pero no fue aceptado por sus padres, a causa de su pobreza. A pesar de su talento prodigioso, nunca tuvo éxito como empresario. Le gustaba mucho componer música, pero no era (y no es) fácil ganarse la vida como compositor.
Pasó por veinte años viviendo en las casas de sus amigos, que lo mantenían económicamente. Compuso un gran número de canciones y sonatas, y finalmente a la edad de treinta años empezó a ganar un poco de dinero. Pero varias enfermedades le sesgaron la vida. Padecía de sífilis, gonorrea y también le dio la fiebre tifoidea, y desafortunadamente no vivió lo suficiente para gozar de la aclamación pública.