En la década de 1970, presencié la magnificencia de un nido de águila real mientras trabajaba como mecánico para la Comisión Forestal. Un día reparaba un tractor en la península de Kintyre en Argyllshire y un guardabosques me llevó a ver un nido de águila real. Había visto estas majestuosas aves volando alto en el cielo, pero esta era la primera vez que las veía en el suelo, aun así, nos mantuvimos [NS1] a buena distancia del nido para no molestar a las aves. Esta inolvidable experiencia me hizo comprender la importancia de conservar estas aves, cuyo hábitat estaba siendo amenazado en ese momento por la deforestación.
Recientemente, un
informe sobre el impacto de los parques eólicos en las águilas llamó mi
atención. Este estudio se centró en
Beinn an Tuirc, la misma zona donde vi el nido. Surgieron preocupaciones antes
de la construcción en 2001, pero afortunadamente, la pareja de águilas
residente prosperó criando exitosos polluelos e incluso algunas establecieron
nuevos territorios. El caso de Beinn an Tuirc ofrece una esperanza para el
futuro. Demuestra que la energía limpia y la conservación de la vida silvestre
pueden ir de la mano.
Si bien el caso
Beinn an Tuirc ofrece esperanza, las colisiones con turbinas eólicas,
especialmente para las águilas jóvenes e inexpertas y la alteración del hábitat
siguen siendo una amenaza. La planificación cuidadosa, el monitoreo continuo y
la investigación son esenciales para asegurar la coexistencia de las águilas
reales y la energía renovable.
Aquí está el
informe sobre el estudio en Beinn an Tuirc. Está en inglés y es muy específico
y sólo se recomienda si tenéis interés en el tema.
Resident
Golden Eagle behaviour before and after construction of a windfarm in Argyll
[NS1]One
event