El término ‘cohousing’ tiene varias definiciones, pero en general indica ‘una forma de vida en grupo que favorece el envejecimiento activo y la promoción de la autonomía personal’ y es un modo de vivir en viviendas colaborativas. En varios países, en particular en Escandinavia y en los Estados Unidos, el cohousing ya ha estado en la práctica durante muchos años. Dado que la población en España (y la del Reino Unido) será más envejecida con el pasar del tiempo, la covivienda parece ofrecer una solución a ciertos desafíos que conlleva la edad avanzada.
Hoy en día bastante personas mayores se encuentran viviendo solas y con menos amigos. Es posible que sus familias vivan mucho más lejos y no puedan ayudarlos tanto como les gustaría. Además, administrar su propia casa, organizar a los trabajadores para que vengan y realicen reparaciones o modificaciones, e incluso cocinar sus propias comidas puede ser más arduo. Vivir juntos en grupo significa que hay ayuda disponible y se puede compartir el costo de los gastos comunitarios. Lo importante es que se puede mitigar la soledad y el aislamiento. Cocinar para uno se convierte en cena para tres o más, y hay otros para lavar los platos.
En un cohousing se nota que no todo el mundo puede vivir juntos, y hace falta un espíritu colaborativo, un deseo de ser democrático y de comunicar con los demás de una manera razonable. La decisión de vivir en un cohousing requerirá grandes cambios en su vida. Es probable que tenga que vender su piso o su casa, reducir sus pertenencias, pagar servicios comunales, y tal vez mudarse a otro lugar en otra ciudad. Para una persona mayor es un gran trastorno.
Sin embargo, creo que las ventajas superan a las desventajas y que muchas personas mayores se beneficiarían de vivir en un cohousing: encontrarían allí compañerismo, recibirían más ayuda y mejorarían su calidad de vida.
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