Recientemente encontré un artículo sobre los refrigeradores que me hizo pensar, y que a decir la verdad me avergonzó un poco. Es bastante largo, pero espero que os guste. Se trata de una investigación de tratamiento de desechos, y de los resultados de una prueba en Japón con personas mayores.
El reportaje nos da un vocabulario rico de la vida diaria. Habla de la “jungla” de conservas, encurtidos, productos para untar y frascos de condimentos medio vacíos en los refrigeradores, y del significado de la terminología relativa a la caducidad. Por ejemplo, nos anima a distinguir entre la fecha de “mejor hasta” y la de “usar hasta”.
Dudo que yo vaya a adoptar todos los consejos, por ejemplo, utilizar una cinta rojiblanca brillante para marcar una sección de la nevera, y aún peor poner etiquetas sobre la comida que saco, con la frase “No puedo consumirte. Lo siento mucho”. En realidad, desechamos poco comida, pero debo confesar que no estoy segura de la caducidad de todos los productos en la nevera, y que el congelador contiene muchas cosas desconocidas y sin etiqueta. En el futuro tengo que manejar mejor las sobras “sorpresas” envueltas en papel de aluminio.
Según el autor, en Reino Unido el 60% de todo desperdicio alimentario viene de los hogares. Los investigadores quieren educar al público, y sugerir métodos para organizar los restos, y minimizar el volumen de comida en la basura.
¿Qué pensáis de los consejos en el artículo? ¿Podrían ser introducidos aquí en Escocia, o son apropiados solo en la cultura japonesa? ¿Tenéis otras sugerencias que podemos adoptar para minimizar los desperdicios de comida?
Fuente:
El sencillo método japonés para organizar mejor tu refrigerador y reducir el desperdicio de comida