Esta fue mi primera visita a Alemania y me sorprendió por su belleza y variedad. Mi esposa y yo nos quedamos con una amiga en la ciudad de Braunschweig cerca de la frontera de Alemania del este en la región de Baja Sajonia.
Yo sabía que Baja Sajonia era famosa por su industria de ingeniera y esperaba ciudades funcionales y sin brillo pero me sorprendió encontrar muchos edificios medievales bien conservados. Algunos fueron destruidos durante la segunda guerra mundial pero han sido restaurados a su estado anterior con mucho cuidado. Los jardines generalmente están ordenados pero son inesperadamente informales. Las plantas compiten por espacio y caen sobre las aceras y suben por las paredes.
Aunque los inviernos son largos y fríos, los veranos son más cálidos que en Escocia así que muchas de las frutas y hortalizas ya están maduras. Pasé una mañana agradable recogiendo cerezas en el jardín.
Los alemanes son muy buenos ciclistas. Se ven elegantes mientras montan sin pedalear la bicicleta por las calles de adoquines. Los niños alemanes comienzan en vagones (trailers) unidos a las bicicletas de sus padres y aprenden a andar en bicicleta cuando están cerca de los 6 años de edad.
Todas estas cosas se combinan para hacer un ambiente casi idílico. Tengo que ir a casa mañana pero voy a volver a Alemania algún día.
Braunschweiger Land