Cuando pasamos nuestras vacaciones de mayo tuvimos la oportunidad de
aprender mucho acerca de las costumbres de los españoles relacionadas con (en relación
a) las bebidas alcohólicas. Parece que
para la gente es normal pasar muchas horas de la tarde y de la noche cada día
sentada en su bar local bebiendo vino, cerveza o café, conversando con sus
amigos.
Por supuesto, no se sientan dentro de los bares sino afuera en las
calles, porque normalmente hace un tiempo buenísimo. El ambiente es muy agradable y amistoso,
hasta pudiera uno pensar que los españoles no tienen problemas con la borrachera
como en Escocia porque están acostumbrados a beber lentamente y
razonablemente.
Pero, realmente no es así. Los
jóvenes por ejemplo, a pesar de que muchos de ellos sufren de desempleo, beben
mucho y a menudo están borrachos incluso durante el día. Las bebidas en los bares no son baratas y por
eso los jóvenes suelen hacer algo que se llama “un botellón”; es decir compran
vodka y zumo de naranja o bebidas energéticas como Red Bull. Las mezclan en botellas de plástico y beben
en las calles antes de irse a los bares.
Es un modo más barato para ponerse borracho. Después causan muchas molestias y peleas en
las calles.
En Pollensa en todas partes hay bares locales muy pequeños pero
económicos porque son utilizados de una manera o de otra por los habitantes
todo el día. Por las mañanas los
albañiles desayunan ahí, bebiendo sus cafés reventados de vodka, almuerzan
bebiendo cervezas y por las tardes la gente va a su bar local para pasar un buen tiempo. Esta costumbre puede comenzar a los cinco de
la tarde y se llama “un tardeo”!