Según las estadísticas del Departamento de Transporte nuestro transporte por carretera utiliza alrededor del 30% de la energía total. Sólo el 2% de los combustibles de carretera se generan a partir de fuentes renovables y la mayor parte de esto proviene del biodiesel que es criticado porque emite contaminantes como el óxido de nitrógeno.
El gobierno tiene dos objetivos principales para mejorar esta cifra pero el progreso en ambos ha sido lento, los cuales son:
• Aumentar el uso del transporte público que consume menos combustible por pasajero que los coches. El uso del transporte público ha aumentado pero los coches a menudo son una opción más barata y atractiva.
• Aumentar el uso de electricidad como combustible para las carreteras. Los vehículos eléctricos todavía son caros y la distancia entre recargas ha permanecido obstinadamente bajo, con una cifra de alrededor de 150 millas.
Pero ahora hay indicios de que, al menos para los coches, la situación pueda estar mejorando. Para la mayoría de los automovilistas el costo de los coches eléctricos es similar a los equivalentes de gasolina. Las baterías de los últimos modelos están mejorando. La distancia entre las cargas ha aumentado a 250 millas y el tiempo necesario para cargar las baterías se ha reducido, lo que hace práctico que las baterías se carguen en varios puntos durante un viaje. Lo que es más importante, es que el aumento previsto en los números de coches eléctricos también aumentará la inversión en la tecnología y habrá más puntos de carga. Quizás los coches eléctricos se estén convirtiendo en una opción más atractiva.