No suelo leer las revistas profesionales de mis esposa, pero la semana pasada un artículo me llamó la atención. Era difícil de creer lo que estaba leyendo.
El Reino Unido ha gastado más de £37 billones en la lucha contra el coronavirus incluyendo, entre otras cosas, para un sistema para localizar personas quiénes hubieran estado cerca de gente infectada. Prometieron que el sistema iba a ser un líder mundial e iba a prevenir un segundo cierre.
Sin embargo, lo que países como Taiwán y Vietnam consiguieron rápidamente, para los británicos fue un retraso de varios meses, pronto se hizo patente que el sistema no era capaz de manejar la cantidad creciente de personas infectadas, y el 04-10-2020 se dio a saber que casi 16,000 casos se habían perdido.
Quizás como yo, ¿vosotros esperabais oír de una base de datos hecha a la medida para el propósito, desarrollado por ejemplo por una empresa especialista tal como IBM? Pero no, el gobierno utilizaba consultores de gerente, tales como Deloitte, y ¿lo que cobraban los "expertos"? ¡un promedio de £1,100 por día! para desarrollar lo que fue una hoja sencilla de cálculo.
¿Cuánta información puede manejar una hoja de cálculo? Pues, mucha; sin embargo, los expertos habían utilizado una versión vieja de Excel la cual tenía un límite de aproximadamente 64,000 filas. Por eso, después de introducir los datos de 64,000 personas, la hoja de cálculo se llenó y empezaron a sobre-escribir datos.
Al empiezo, la BMJ (revista de los médicos británicos) había criticado al gobierno por desarrollar un sistema nuevo en vez de mejorar sus sistemas anteriores. Sin embargo, lo que pasó fue parte de algo mucho más grande: el uso generalizado de consultores que cobraban hasta £6,600 por día para todo lo que tenía que ver con la pandemia.
Un experto verdadero vale mucho, pero ¿quién puede distinguir un experto de un impostor?