Acabamos de regresar a casa, después de nuestra breve estancia en Fife, y tengo que preparar una plática. ¿Dónde encontrar algo para inspirarme? En las pláticas de mis compañeros, por supuesto.
La semana pasada recibimos una clase de ciencias sobre la electricidad que utilizamos cada día sin entender cómo funciona (al menos por lo que a mí respecta), y hoy día Alan nos desafía a conducir con menos rapidez, y con más respeto.
Ayer, saliendo de St Andrews, tuvimos que elegir una ruta hacia Stirling, donde Robert tenía una cita a las 16.30 hrs. Nos preguntamos cual sería la ruta más apropiada, y decidimos confiar en la navegación por satélite, un servicio mágico que no entendemos y que utilizamos raramente. De inmediato nuestra guía invisible (con su acento inglés) nos sorprendió, eligiendo una carretera muy buena que no conocíamos antes. Vamos a utilizarlo en el futuro.
Siguiendo sus consejos evitamos el habitual cuello de botella en el centro de Coupar, y varios pueblecitos con sus limitaciones de velocidad de 20 millas por hora. Desafortunadamente, ella no predijo el tapón de tráfico que encontramos en Dollar (llegamos allí cuando los alumnos salieron del colegio en una flotilla de autobuses y autocares), y a pesar de su conocimiento mágico de la red de carreteras, no se dio cuenta de las misteriosas obras viales debajo del Castillo de Stirling que ya duran mucho tiempo sin evidencia de progreso.
¿Cuáles lecciones hemos aprendido durante nuestro viaje? Vale la pena utilizar los dispositivos modernos, aunque no los entendemos, y combinar la tecnología con nuestro propio conocimiento local.