Cuando vivía en Texas, me llamó la atención las diferencias en ciertos productos alimenticios. Por ejemplo, los huevos eran muy blancos, lo que me parecía anémico, ya que estaba acostumbrada a comprar huevos marrones en Escocia. Entonces, me pregunté por qué los huevos tenían diferentes colores, y si este cambio de color afectaba el sabor y los nutrientes del huevo.
Ken Klippen, presidente de la ‘National Association of Egg Farmers’, explica que la única diferencia entre los huevos marrones y los blancos es el color de la cáscara. ‘Las gallinas de plumas oscuras o lóbulos de orejas oscuras tienden a poner huevos marrones, mientras que las de plumas claras o lóbulos de orejas claras ponen huevos blancos’. Además, no hay diferencias nutricionales ni de sabor entre los dos colores de huevos.
Sin embargo, antes de comprar huevos, se debe considerar cómo se crían las gallinas y el tipo de huevos que producen.