El 6 de noviembre de 1975, tuvo lugar en Londres el primer concierto por un grupo que estaba a punto de cambiar la escena musical en el Reino Unido: los Sex Pistols.
Los fundadores le pidieron a Malcolm McLaren, dueño de unas tiendas de moda, ser su mánager. Influido por la escena punk en Nueva York, al regresar McLaren les persuadió a cambiar su nombre y su estilo, y les ayudó a encontrar a un cantante con una imagen fuerte: Johnny Rotten.
A partir de ese concierto inaugural, el movimiento punk creció rápidamente y así otros intérpretes se dieron cuenta que algo enorme estaba sucediendo. La música no se parecía a nada de lo que se había escuchado antes: sencilla, fuerte, rápida, llena de energía, muy polémica y frecuentemente obscena. Además, era únicamente británica; no se parecia a la música punk estadounidense.
La época también ejerció una influencia profunda en la música. Durante los años setenta, el país estaba deprimido e inspiró canciones sobre huelgas, paros, persecución de inmigrantes, el terrorismo irlandés, etcétera. La música punk se convirtió en la voz de la protesta.
Uno hubiera esperado que la defensora Mary Whitehouse, quien se quejaba sobre casi todo, se hubiera quejado del punk. Al contrario, pensó que las canciones de protesta sobre los problemas sociales, eran una forma de rearmamento moral.
La mayoría de los grupos no duraron mucho tiempo, pero unos de ellos destacaron y existen aún en 2015. No es demasiado tarde para verlos.
Fuentes para consultar: