El Camino existe desde la Edad media y es una ruta que recorren los peregrinos para llegar a la meta que es la catedral de Santiago de Compostela, sitio donde se encuentran la tumba y las reliquias del apóstol, Santiago el Mayor. Hay cuatro rutas principales para viajar a la ciudad pero el Camino francés es más popular. Empieza en Roncevalles y atraviesa el territorio de la Rioja y Aragón en dirección de Galicia hasta Santiago.
En el pasado los peregrinos recorrían este camino por razones religiosas o espirituales aunque ahora es más una aventura que inspira a mucha gente por motivos personales. Para muchos es difícil de entender porque este viaje a pie, en bicicleta o a caballo, resulta tan misterioso o tan apasionante. Según unos, no es la meta final lo que tiene algo de especial, sino el acercamiento a uno mismo durante el viaje.
En el camino existen varios refugios y albergues para el uso exclusivo de los peregrinos que andan a pie. Ellos portan una credencial de peregrino que debe ser sellado en cado refugio. La mayoría de los albergues son gratuitos y se mantienen de donativos.
Es necesario caminar un mínimo de 100 kilómetros para conseguir ‘la Compostela’, el certificado del Camino, una vez que se ha llegado a la catedral. Tradicionalmente se les ofrece comida gratuita a los primeros diez peregrinos que cruzan la puerta del ‘Hostal dos Reis Católicos’.
Fuentes para consultar: