La semana pasada, con gran sorpresa mía, me envió un vídeo corto una amiga nepalesa; rodó el vídeo en un pueblo aislado que se llama Manma, en la región de Kalikot, en el oeste lejano de Nepal. Me lo ha enviado ella para mostrarme los cambios dramáticos en esta comunidad a causa de una carretera que se construyó hace un año. Parece que hoy en día, el viaje tarda solamente 7 horas en coche desde Nepalgunj en el sur de Nepal hasta Manma. ¡Me fue casi imposible imaginar esta transformación!
Trabajé yo en Katmandu entre 1993 y 1996, para VSO, una organización no gubernamental que envía voluntarios a vivir y a trabajar en los vecindarios para compartir habilidades en la educación, salud y silvicultura, por ejemplo. Fui yo a Manma, para la primera vez, en 1993, para acompañar a dos nuevos voluntarios al sitio donde vivirían durante 2 años. Para llegar a Kalikot, teníamos que viajar durante 8 horas en coche a Nepalgunj, volar una hora en avión a Jumla y entonces caminar durante 3 días, al menos 12 horas, a través caminos muy escarpados. Era el sitio más remoto del país donde vivían los voluntarios de VSO y por esta razón había dos puestos juntos. En aquella época, no había electricidad ni agua corriente y sólo había una atención médica muy básica. Sin embargo, para los dos voluntarios que asumieron el reto de vivir allí, después de adaptarse a una vida tan diferente, era una experiencia tranquila, única e inolvidable.