Una plática anterior trató del crecimiento continuo de organizaciones grandes y el nivel bajo de eficacia que resulta. Además, la gerencia intermedia floreciente ha creado su propia lengua en la cual puede perpetuar la creencia en su sagacidad indispensable en todos aquellos asuntos valiosos a la empresa moderna.
Según un reportaje en The Guardian, esta tendencia nació en 1984 en la empresa de telecomunicación estadounidense Pacific Bell, la cual ya había gastado $40m tratando de transformarse con el apoyo del perito de gestión Charles Krone cuando el organismo regulador de utilidades intervino. Periódicos y congresistas recibían cartas de empleados despedidos por no aceptar las enseñanzas del gurú. Ellos, quienes remolcaban la línea, podían ver inmediatamente un aumento de su carga de trabajo y que pasaban mucho más tiempo en reuniones. El dibujo satírico Dilbert fue creado por un programador, Scott Adams, basado en sus experiencias allí.
A pesar de la intervención del regulador, la lengua Kronese sobrevivió y sigue creciendo, afectando cada rincón de la vida laboral. Mi cinismo se derramó recientemente cuando me dijeron que iban a llevar a cabo una “inmersión profunda” en uno de mis proyectos. Esto Dilbert no pudo evitar preguntar si habría una cámara de descompresión para que no le pueda darla enfermedad de los buzos. (¿?)
Me pregunto si existen las chorradas en otros idiomas como alemán o español, o ¿si son un fenómeno angloamericano?
Según un reportaje en The Guardian, esta tendencia nació en 1984 en la empresa de telecomunicación estadounidense Pacific Bell, la cual ya había gastado $40m tratando de transformarse con el apoyo del perito de gestión Charles Krone cuando el organismo regulador de utilidades intervino. Periódicos y congresistas recibían cartas de empleados despedidos por no aceptar las enseñanzas del gurú. Ellos, quienes remolcaban la línea, podían ver inmediatamente un aumento de su carga de trabajo y que pasaban mucho más tiempo en reuniones. El dibujo satírico Dilbert fue creado por un programador, Scott Adams, basado en sus experiencias allí.
A pesar de la intervención del regulador, la lengua Kronese sobrevivió y sigue creciendo, afectando cada rincón de la vida laboral. Mi cinismo se derramó recientemente cuando me dijeron que iban a llevar a cabo una “inmersión profunda” en uno de mis proyectos. Esto Dilbert no pudo evitar preguntar si habría una cámara de descompresión para que no le pueda darla enfermedad de los buzos. (¿?)
Me pregunto si existen las chorradas en otros idiomas como alemán o español, o ¿si son un fenómeno angloamericano?