Parece que Donald Trump le ha hecho enojar al Rolling Stone Keith Richard ... por segunda vez.
Su enfrentamiento anterior sucedió en 1989 en Atlanta donde los Stones iban a hacer un concierto. En las carteleras se leía "Donald Trump presenta" seguido por el nombre del grupo en letras pequeñas, como si fuera que más gente iba a ser atraída al concierto por el futuro presidente que por el grupo más exitoso en la historia del rock. Al verlas, el rey del riff clavó su cuchillo en una mesa y gritó "hay que librarse de este hombre".
Ahora Trump está en disputa de nuevo con Richards debido al uso sin permiso de sus canciones en eventos políticos, tal como la polémica "Simpatía para el diablo". Richards ha solicitado un mandamiento judicial, pero Trump se niega a dejar de hacerlo.
Para el coautor Mick Jagger, lo más extraño fue la elección de usar la canción "No se puede siempre obtener lo que quiere" al fin del discurso de victoria del presidente. "Es ... una balada sobre las drogas en Chelsea, es bastante raro. No lo pudieron convencer para que eligiera otra.
Para mi fue una elección extraña ciertamente por un hombre quien amenaza la paz del mundo si no consigue exactamente lo que quiere.