Mis primeras experiencias de España fueron a principios de la década de 1980. En aquella época, viajaba durante 4 meses con una amiga por todo el país, tanto en las ciudades grandes, como Madrid y Barcelona, y también como en los lugares más pequeños tales como Santiago, Sevilla y Córdoba y aun los pueblos rurales.
A pesar de no haber visitado nunca la tercera ciudad más grande, es decir Valencia, hasta antes de la semana pasada, he estado reflexionando mucho durante esta visita en España de lo que ha cambiado y de lo que ha quedado como siempre.
Los cambios
La vida para las señoritas - antes no era aceptable que las señoritas salieran a solas, por ejemplo en la playa o en las tabernas. ¡Qué diferencia hay hoy en día! Se ven muchas mujeres jóvenes independientes a solas leyendo en la playa, por ejemplo.
El luto - recuerdo en los años ochenta las señoras en ropa de luto en todas partes, lo que no vi durante esta visita.
El impacto diario de la religión - cuando viajaba en aquel entonces, se veían muchas monjas en los trenes, autobuses y calles. Muchas veces se nos acercaba una monja para ofrecernos una cama por la noche en un convento, al ver dos señoritas no acompañadas. La semana pasada, solamente vi una monja.
Lo que permanece
El paseo - me gusta mucho esta tradición española, observando todo el mundo charlando con amigos o con familia. A mi parecer es una tradición muy social y buena para el sentido de pertenencia, sobre todo para la gente mayor.
Las tapas - afortunadamente, todavía suelen servir las tapas con bebidas en la mayoría de los cafés.
La amabilidad hacia los desconocidos - recuerdo que en los años ochenta muchas veces, al preguntar dónde estaba una estación o un hotel, la persona insistía en acompañarnos hasta allá. La semana pasada le pregunté a una señora direcciones para una plaza. Aunque la plaza estaba a 10 minutos a pie, ella nos acompañó a la plaza. ¡Qué amabilidad!
¿A vuestro parecer, hay otras diferencias y semejanzas entre la España de antes y de hoy en día?