Alrededor de hace 25 años, le prometí a Euan un modelo dee ferrocarril grande. Compramos los locomotores, unos coches, edificios y construimos la disposición clásica de dos circuitos. Sin embargo, no tardó mucho en darnos cuenta que eso no era realista: trenes verdaderos no dan vueltas en círculos pequeños (excepto en Glasgow).
Luego empecé a construir el proyecto real - una disposición con un largo de 15m alrededor de tres paredes del sótano - pero debido a una serie de reveses solo 6m han sido construidos. En particular, no quería admitir que yo había hecho las curvas demasiado cerradas.
Por eso, las cosas pararon, pero trabajar en el sótano, durante 18 meses, me ha animado a empezar de nuevo, y hace unos semanas finalmente arreglé esas curvas. También tuve que reemplazar unos cables, lo cual me persuadió a comprar los sistemas modernos de control, y es increíble cómo han desarrollado.
En pocas palabras, ahora puedo conectar el ferrocarril a un ordenador, elegir el tren que deseo conducir, y controlarlo utilizando mi móvil también. Otra persona con móvil puede conducir otro tren a la vez, incluso en la misma vía. Cuando tenga tiempo, podré hacer que se utilice el ordenador para elegir rutas, detectar dónde están los trenes y operar los señales automáticamente.
Es fantástico, pero me preocupa también el futuro del pasatiempo. Para entrar en este mundo de control digital me costó menos de £70, pero sin habilidades con ordenadores y electrónicos me costaría quizás £400 para un sistema menos flexible. También, los trenes se hacen más caros según se incluyan características como sonidos. Podría hacerse un pasatiempo para solo los más entusiastas.
No obstante, me ha entusiasmo de nuevo, aunque Euan haya perdido interés en su ferrocarril prometido.