La semana pasada pasamos unos días en las tierras altas. Durante el viaje nos dimos cuenta de la falta de personal, sobre todo en la industria hotelera. El viaje en coche desde Stirling hasta el norte de la isla de Skye es muy largo, y solemos hacer unas pausas para tomar un café o almorzar. En las tierras altas hay pocas rutas, pero conocemos ya unos lugares adecuados para un momento de descanso.
Esta vez elegimos Onich para almorzar, pero cuando llegamos al “Onich Hotel” la recepción estaba vacía. Vimos unas llaves en el banco (mostrador), sonamos la campanilla, buscamos seres humanos en el bar y en el salón, pero sin éxito. En el bar vimos avisos que pedían paciencia, y que animaban a los clientes pagar con tarjetas y no en efectivo. Finalmente apareció el gerente, un hombre muy amable que nos trajo unos bocadillos deliciosos en la terraza. Nos explicó que había encontrado graves problemas reteniendo personal durante el verano, porque los supermercados ofrecían un salario por hora mucho más alto que los hoteles.
Durante el viaje de vuelta, nos gusta tomar un café en Glengarry, y en otros años el bar del hotel estaba abierto durante todo el día. Desafortunadamente cuando paramos en el hotel, vimos otro aviso en la puerta principal. El hotel está abierto, pero hasta el mediodía puede servir solamente a los residentes y no a los viajeros.
Según las noticias, hay problemas bastante graves en varios sectores, por ejemplo, en agricultura durante la temporada de la cosecha de la fruta y de las verduras, y sobre todo en la logística a causa de la escasez de conductores.
¿Habéis encontrado algo similar durante tus vacaciones, o en vuestra vida cotidiana?