La malaria ha sido la enfermedad más letal de todos los tiempos. Se estima que solo en el siglo XX mató aproximadamente 300 millones de personas en el mundo.
Contraemos la malaria cuando nos pican mosquitos y ellos nos inyectan parásitos a través de su saliva.
Es probable que la humanidad haya luchado con esta enfermedad desde el comienzo de los tiempos. Las primeras medicinas contra la malaria fueron registradas en el año 2000 ante de Cristo en China.
A lo largo de los años ha habido varias medicinas recomendadas para protegerse de la infección. En el siglo XVII los jesuitas descubrieron la quinina de la corteza de árboles en Perú, como un tratamiento. Por supuesto el dictador inglés Oliver Cromwell, que se llamaba el Protector de la Fe y era ferozmente anticatólico, rechazó esta solución porque era católica. El murió por malaria. Los colonistas ingleses en la India victoriana solían beber ginebra con agua tónica, no por la ginebra, sino por la quinina en el agua tónica como protección ante la malaria.
La enfermedad fue erradicada en América y Europa en la segunda mitad del siglo XX usando el insecticida DDT, pero sigue siendo muy activa en África donde se encuentran 90% de los fallecidos de hoy día.
¿Y la buena noticia? Parece que los científicos de Oxford, que inventaron la vacuna contra COVID, han descubierto un tratamiento eficaz para la malaria y algunos afirman que esta vacuna puede acabar con la malaria para el año 2030.
¿Qué pensáis de esta noticia dado que ahora la malaria no tiene nada que ver con nuestras vidas del día a día en Gran Bretaña?