El mercado
inmobiliario en Gran Bretaña enfrenta, hoy en día, tres problemas muy grandes: primero,
un desequilibrio entre la oferta y la demanda, esto ha causado una subida
enorme en los precios de las casas; segundo, las dificultades que lo jóvenes encaran
cuando quieren comprar una casa; y
tercero, la corrupción enorme en la venta
de propiedades de lujo, por ejemplo en Londres.
Oferta y
demanda
Durante
muchos años - incluso antes de la crisis financiera del 2008 pero sobre todo
después de esta - la oferta de casas no era igual a la demanda lo cual significaba
que los precios subían a niveles muy elevados. Hay varias razones que han
causado este desequilibrio incluyendo las incertitudes económicas de la
situación monetaria mundial y unas reglas de planificación que son demasiado
estrechas para la industria de la
construcción.
Los jóvenes
y el banco de mama y papa
Al mismo
tiempo que los precios de las casas suben, la taza elevada de desempleo y los
salarios bajos que reciben los jóvenes, resulta imposible para aquellos jóvenes
comprar una casa. Las consecuencias sociales de este problema son difíciles de predecir.
Pero una consecuencia para el mercado es que el así llamado banco de mamá y papá
se ha vuelto muy importante come una fuente de financiamiento para la compra de
propiedades. Los jóvenes dependen de los ahorros y de la ayuda de sus padres
esperando que ellos presten o regalen el dinero necesario para comprar un hogar
para el futuro. El banco de mamá y papá representa ahora un 10 % de los
créditos en el mercado hipotecario.
Gran Bretaña
- paraíso inmobiliario de corruptos y criminales
Es evidente,
según varios informes, que muchos políticos corruptos y criminales
internacionales usan el mercado inmobiliario de Gran Bretaña para lavar dinero
robado de sus países. criminales de todas partes del mundo sobre todo de Rusia
compran casas de lujo en Londres con rejas electrificadas, cines privados,
piscinas, bares y todo tipo de decoraciones muy costosas. Aún más, aquellos
criminales compran estas casas a través de paraísos fiscales bajo el control de
Gran Bretaña - por ejemplo las Islas Vírgenes y la
Isla de Man. Qué pena que el gobierno
británico es demasiado débil para terminar con este comercio sucio, en su mismo
jardín.