Estuve en Argyll para una fiesta de
inauguración en el último fin de semana de mayo, mi hermano ha renovado
completamente una antigua casa de campo, eliminado todas las paredes interiores
y los pisos y los reemplazó con materiales modernos que tienen un mejor
aislamiento. Después de las celebraciones del sábado por la noche, necesitaba
un paseo el domingo por la mañana para despejarme la cabeza, y encontré las
colmenas de mi hermano en la colina detrás de su casa. Volví para el desayuno y
mi hermano dio una explicación larga e interesante sobre el arte de la
apicultura.
Las abejas tienen una sociedad compleja pero
eficaz con una reina, las obreras y los zánganos. Las obreras tienen una serie
de deberes, mantener la cría caliente, producir cera y construir panales,
proteger la entrada de la colmena y recoger polen, néctar y agua para hacer la
miel. Las obreras mueren después de picar a los animales que atacan la colmena,
un acto noble que beneficia a las abejas restantes. Admiro a las abejas, son
valientes, grandes ingenieros, el panal es una construcción increíble, se comunican
con eficacia y trabajan como un equipo hacia un objetivo común. Es una pena que
no me gusta la miel, es demasiado dulce para mí.