En la
práctica, durante una gran parte de mi
vida, el sistema político en el Reino Unido fue el bipartidismo. Dos partidos – el Partido Conservador y el
Partido Laborista (Laboral) – ganaban el poder uno detrás del otro,
intercambiando papeles gubernamentales. Así, en gran medida la gente votaba de modo tradicional, casi según su
tribu (¿?). Este sistema no me parecía positivo. En otras palabras, muchos asuntos
importantes, tales como la economía, la educación, el servicio de salud, la
seguridad y las relaciones internacionales, cambiaban de dirección radicalmente
cada pocos años.
Por
eso, me alegré hace unos años cuando dos partidos formaron una coalición para
gobernar el país. Me pareció un desarrollo
positivo que los políticos tenían que gobernar por consenso, o al menos haciendo
concesiones y alcanzando un punto común.
Ahora que esta coalición está muerta, yo no estoy tan segura. En retrospectiva, para el partido Liberal
Demócrata, la experiencia ha terminado muy mal.
Ahora
enfrentamos un nuevo tipo de gobierno, con un partido grande pero debilitado y
dividido, y que requiere el apoyo de un partido pequeño. Fuera de Irlanda del Norte, el Partido
Democrático Unionista es poco conocido, y los comentaristas sugieren que van a
tener una gran influencia.
En
otros países los sistemas políticos son a menudo más fragmentados que el
nuestro. En otros, como en Rusia, no hay
una oposición.
Yo no
soy experta, y no entiendo las ventajas y las desventajas de varias formas de
gobierno. ¿Qué piensas tú?