Casi no he tenido tiempo para entregar mi plática esta semana. Como sabéis no pude asistir a la cena el martes pasado porque estuve ayudando a mi madre, que tiene 87 años de edad, después de que ella recibió una inyección de cortisona para un dolor de hombro que sufría desde hace muchos meses. El problema de su hombro empezó en abril, cuando estuvimos de vacaciones. Al regresar a Escocia intentamos ver a su médico de cabecera, pero tuvimos que esperar más de cuatro semanas. Luego, tuvimos que esperar otros cinco o seis semanas para ver a un fisioterapeuta en el hospital.
Cuando mi madre vio el médico, tomaron muestras de sangre y la tensión. Mi madre recibió resultados al principio de la semana, es decir casi seis semanas después de su cita con el médico. Las muestras demuestran (indican) que mi madre tiene la tensión muy elevada, y a la vez, tiene el colesterol alto. He pasado la gran parte de esta semana intentando hacer otra cita para mi madre para que pueda discutir los resultados con su médico, sin embargo, sin éxito.
Al parecer, el consultorio comprende de solo tres doctores y no queda ninguna cita durante las próximas dos semanas. Sólo te dejan hacer una cita quince días en adelante y hay que pasar horas por teléfono intentando hablar con la recepcionista. Por lo general, mi madre está de buen salud, pero no me gustaría pensar en lo que le pudiera pasar si necesitara ayuda urgentemente.
Según un artículo en el periódico “The Scotsman” en marzo 2018, la falta de médicos de cabecera ha sido causado por varias razones incluyendo la jubilación, un aumento en el número de médicos que son mujeres y que prefieren trabajar de tiempo parcial y sobre todo que los jóvenes, aunque quieran ser médicos, prefieren entrar en otras ramas de la profesión. ¡¡Quizás la solución es que todos los médicos tengan que pasar unos años en un consultorio de medicina de cabecera antes de que puedan elegir otra rama!!