Ayer, tuve el privilegio de asistir a unas de las grandes tradiciones británicas, es decir, The Royal G
arden Party, (Fiesta Real de Jardín) que tuvo lugar en el los jardines del palacio de Holyrood en Edimburgo. Solo es posible acudir a la fiesta real si recibes una invitación del “Lord Chamberlain” que es el funcionario más importante de la casa real. Normalmente, se recibe una invitación para que la reina pueda dar las gracias a los ciudadanos que han dedicado sus vidas al servicio público. Me gustaría decir que yo soy tal persona, pero la verdad es que estuve allí acompañando a mi hijo. Después de licenciarse el año pasado, logró un empleo como funcionario del gobierno escocés y si sobran plazas, los funcionarios pueden solicitar entradas.

La tradición empezó en 1860 y cada año, la reina invita a más de 30,000 personas a venir a una de las cuatro fiestas reales. Tres tienen lugar en el Palacio de Buckingham en Londres, y la otra en Edimburgo. La fiesta, ayer, empezó a las tres de la tarde y la Reina apareció a las cuatro. Estuvo acompañado por los príncipes Andrés y Eduardo, la ministra principal de Escocia y otros funcionarios importantes, por ejemplo, la cabecera (representante) de la iglesia de Escocia. Entonces, el séquito dio una vuelta por los jardines, charlando con la gente durante una hora.
Tengo que decir que, aunque no sea monárquica, estuve encantada cuando recibimos la invitación. Siempre me gusta la ocasión de ponerme elegante y para la fiesta real todos tienen que vestirse de etiqueta.