Hace unas semanas discutimos en clase las habilidades ocultas del editor. Recientemente, el entrevistador y periodista Jeremy Paxman insultó locutores de la televisión cuando describió su profesión como ‘un pasatiempo para un traje articulado’ y dijo que ‘cualquier tonto puede leer un teleprompter’. Su comentario ha creado un debate intenso entre lectores de noticias pasados y actuales.
En repuesta, un periodista del periódico el Guardian escribió un artículo sobre su propia experiencia de leer el autocue. Destacó unos puntos clave después de su ‘experiencia laboral’:
• Es una situación estresante leer el texto en vivo por televisión
• La hoja de papel en su mano es blanca y conjuntamente con el bolígrafo se trata sólo de un espectáculo, lo que quiere decir que uno depende de las palabras que aparecen en la pantalla
• Si el locutor lee demasiado deprisa, se quedará sin palabras en la pantalla. Por consiguiente, hay que esperar sin decir nada y entonces es fácil perder el sentido de lo que uno acaba de decir.
• Para evitar aquel error típico del principiante, hay un cursor en la pantalla para marcar la línea que se debe leer
• Es importante mantener buenas relaciones con el operador del teleprompter, porque de vez en cuando este último escribe lo que quiere para molestar al locutor.
Según Anna Ford, antigua lectora de noticias, es una profesión más difícil de lo que parece. El orden del programa en directo cambia muchas veces antes de la transmisión y frecuentemente nuevas noticias sustituyen las que fueron planeadas. El director y el editor se comunican con la lectora por un auricular y hay directores que maldicen mucho, lo que es muy estresante. En repuesta a Jeremy Paxman, Anna Ford dijo ‘¿Somos tontos los lectores de noticias? ¡Solamente porque ponemos en peligro nuestra cordura en elegir esta profesión!’