Los editores de Puffin Books y The Roald Dahl Story Company han hecho muchos cambios en la última edición de los libros infantiles de Dahl, y como resultado han provocado la ira en todo el mundo. Con la consulta de ‘lectores de sensibilidad’ palabras como ‘gordo’ y ‘feo’ han sido sustituidas o eliminadas, porque se consideran ofensivas, y referencias feministas han sido introducidas.
Autores famosos como Salman Rushdie y William Boyd han criticado seriamente esta revisión, con Rushdie tuiteando que ‘Dahl no era ningún ángel, pero esto es una censura absurda’. Agregando peso a esta crítica se suman figuras como Suzanne Nossel, directora ejecutiva de PEN América, y la Reina Consorte Camilla, patrona de varios clubes de lectura para niños, quien notó su alarma en unos comentarios apenas velados.
The Roald Dahl Story Company posee los derechos de la publicación de las obras del escritor y es propiedad de Netflix, que quiere hacer películas y musicales basados en los cuentos, y de hecho ya ha producido un musical, una nueva versión de ‘Matilda’. Por su parte la RDSC, justificó sus revisiones, manteniendo que quería que ‘todos los niños de hoy en día sigan disfrutando de las maravillosas historias y personajes de Dahl’. Sin embargo, la nueva edición de sus cuentos no es lo que Dahl ha escrito, realmente, ¡es lo que unos ‘lectores de sensibilidad’ han decido lo que Dahl debería haber escrito! Por mi parte es una vergüenza. Dahl no está aquí para defenderse y su familia ha vendido sus obras sin pensar en su legado como escritor auténtico y original de historias tan imaginativas. Como George Orwell notó en su libro ‘1984’: ‘Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado’.
Importantes autores critican la decisión de reescribir las obras de Roald Dahl