British Gas me envía regularmente un correo electrónico que me aconseja adquirir un contador inteligente, y normalmente no sigo sus consejos. No soy tecnófoba, pero he leído tantas quejas de los consumidores sobre los contadores que dudo en instalar uno. Por ejemplo,
‘Mi proveedor de energía no recibe lecturas de contador’;
‘Mi contador no funciona’;
‘No funciona después de cambiar de proveedor’;
‘Mis facturas son inexactas’;
‘Me preocupa que mis datos puedan ser compartidos sin mi consentimiento’;
‘Mi contador no funciona con mis paneles solares;’
‘Mi casa tiene mala señal móvil’.
Al parecer, muchos de estos problemas ocurrieron con la primera generación de contadores, y en general se han corregido con la segunda generación.
Sin embargo, cada empresa destaca sus ventajas en detalle, diciendo que ‘su instalación es fundamental para inducir al consumidor a mejorar sus hábitos de consumo’, ya que se ve en tiempo real la energía que se consume, y el consumidor puede ahorrar energía con la gestión de su consumo. Además, el contador puede ser programado remotamente, por ejemplo para controlar la calefacción. No habría necesidad de tomar lecturas manuales del medidor, y en consecuencia, las facturas serían calculadas mucho más rápidamente. ¡Impresionante!
Por supuesto unas preguntas surgen: ¿Quién paga la instalación del nuevo contador de segunda generación si la primera generación no funciona bien? ¿Se implantará en todas partes la red segura separada requerida por los contadores de segunda generación? ¿Qué sucede si el contador no funciona de manera eficiente y el consumidor recibe una factura enorme por error?
Sueno algo escéptica. ¿Tienes un contador inteligente? ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Hay otras ventajas o desventajas?
Fuente: https://jorpow.com/2012/11/29/pero-que-tontos-son-estos-contadores-inteligentes/