La semana pasa tuve la oportunidad de visitar el centro deportivo “La Cima” (The Peak). Gracias a la organización benéfica MacMillan, y al ayuntamiento de Stirling ahora gozo de una membresía temporal allí, y me han ofrecido un programa de recuperación después de mi operación.
Por supuesto, fue necesario someterme a una evaluación antes de comenzar el programa. Midieron mi presión sanguínea, lo que no me sorprendió, y me hicieron varias preguntas sobre mi salud física y mental.
Me quedé sorprendida por algunas de las preguntas, y a decir la verdad me sentí avergonzada por mis respuestas. Tuve que estimar cuánto tiempo paso cada día caminando (no mucho, porque muy a menudo conduzco al supermercado, no tenemos un perro, y durante el invierno llueve demasiado aquí, así que no quiero salir.) Aun peor fue calcular cuantas horas estoy sentada cada día. Mi interlocutora me advirtió que es muy fácil subestimar el periodo de inactividad, puesto que tienes que incluir las horas de comida, las horas de trabajo, las horas cuando utilizas la computadora, las horas que pases enfrente a la televisión o leyendo un libro, etcétera. Es decir, tienes que incluir una gran parte de tu horario diurno. No quiero poneros las mismas demandas, sobre todo a la vista de todo el mundo, pero es útil de vez en cuando hacer esa autoevaluación.
Concluí que, por mi parte estoy pasando demasiado tiempo sentada, y sospecho que en esta época la vida de la gente corriente aquí en Escocia también sea demasiado sedentaria.
¿Podéis compartir
conmigo algunos métodos o trucos que utilizáis para animaros a salir a caminar o a hacer ejercicios, sobre todo
durante en invierno?