Hay un brote de sarampión en las Filipinas con casi 500 muertes desde comienzos de este año. Vi un video de una madre después de la muerte de sus dos hijos, fue desgarrador, obviamente ella era pobre, vivía en un barrio pobre de Manila y recibió su consejo médico por Facebook. Me sorprendió que el sarampión siguiera causando muertes y decidí leer sobre esto por el Internet, y descubrí que las muertes se podrían haber evitado si los niños hubieran sido inmunizados.
La mayoría de las víctimas son niños sin vacunar, las Filipinas ha sufrido un descenso en la tasa de inmunización, en parte causado por el escándalo de una vacuna contra el dengue que se aplicó en escuelas hace unos años, la cual se vincula con la muerte de varios niños. El fabricante de la vacuna tuvo que admitir que las personas vacunadas que contrajeran dengue por primera vez sufrirían síntomas mucho más severos.
Con la intención de contener el brote, las autoridades sanitarias emprendieron una campaña de inmunización en todo el país. En total se pretende inmunizar, bien, por primera vez, o con una segunda vacuna de refuerzo, a unos 12 millones de niños para evitar que aumente la propagación de esa enfermedad.
Es muy triste porque hay un buen servicio de salud en las Filipinas y la vacuna es gratis pero la gente pobre no está conectada con el servicio de salud debido a la desconfianza, las supersticiones y normalmente es demasiado caro. Las autoridades esperan que la gravedad de este brote y los esfuerzos de los trabajadores de salud locales ayudarán a las personas a involucrarse nuevamente con el servicio de salud.
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