La semana pasada leí la plática de Anne con interés, y esta semana encontré mis propias lagunas de memoria. Robert os habrá explicado que al momento de nuestra última clase, nuestros amigos llegaron a Stirling para pasar un par de días aquí. Ellos se llaman Anne y Philip, y hace más de 45 años Anne y yo fuimos estudiantes en la misma universidad. Durante un año fuimos vecinas en la residencia.
Lo que me sorprendió de la visita fue el número de ocasiones que no pude contestar cuando Anne me decía - ¿recuerdas …..una persona, un lugar o un evento? – y yo no recordaba casi nada de lo que ella me estaba describiendo. Al principio me sentí avergonzada. ¿Por qué mi mente estaba en blanco? ¿Por qué yo tenía un recuerdo tan vago de cosas que para Anne eran tan importantes?
Después de la visita concluí que existen varias causas de la disparidad entre nuestros recuerdos.
• A pesar de que éramos vecinas y amigas, llevábamos vidas diversas. Ella estudiaba la literatura inglesa y yo estudiaba idiomas. Nuestras clases, nuestros profesores, nuestros compañeros de clase, nuestros pasatiempos no eran idénticos.
• Aunque amigas, tenemos personalidades diversas. Ella es una persona contemplativa, y pienso que ella aprovecha al máximo cada evento, reflexionando sobre todos los detalles. Me di cuenta ahora de que, de modo subconsciente, yo dejo las cosas en el pasado.
• Por último, si bien no menos importante, ella tiene buena memoria, y yo no.