Recientemente, Robert y yo pasamos unas horas muy agradables en Doune, pero nos sorprendió el número de visitantes. Tuvimos que reservar nuestras entradas al castillo por internet, y cuando llegamos al sitio, el aparcamiento cerca del castillo estaba casi lleno.
¿Conocéis el nuevo puente en Doune, no lejos del castillo? Os envío una foto más abajo. Como veréis, tiene una forma inusual y elegante, y se construyó con madera local la cual huele todavía a bosque. Forma parte de un nuevo camino señalizado por el pueblecito y por el terreno del castillo.
Antes de nuestra visita, pensaba que la iniciativa había sido resultado de una colaboración armoniosa entre los vecinos y la organización “Historic Environment Scotland” que cuida el terreno, y que está restaurando el castillo y varios otros edificios cercanos, por ejemplo, un molino. Sin embargo, durante nuestro paseo a lo largo del río, charlamos con una señora que regaba las plantas delante de su casita. Al escuchar su comentario fue evidente que no todos aprecian el desarrollo del turismo en el pueblecito. Ella nos explicó que ahora hay un gran problema relativo al tráfico, a la falta de zonas de aparcamiento, y al ruido.
Muy a menudo leemos que las grandes ciudades, por ejemplo, Barcelona y Sevilla en España, tienen problemas a causa del turismo, y que la popularidad de la zona arriesga dañar la vida cotidiana de los residentes. ¿Conocéis otros lugares pequeños que sufren a causa de una aglomeración de visitantes? ¿Qué se puede hacer?