¿Quién quiere trabajar ahora para Twitter? Casi nadie según la reacción de la mayoría de sus empleados que han rechazado el ultimátum de Elon Musk, el nuevo dueño de la red social. Su ultimátum era muy directo y sin diplomacia. ‘Si estás seguro de querer formar parte del nuevo Twitter, por favor haz clic en el enlace de abajo’, posteriormente, aparecía un formulario y el empleado debía apretar un ‘sí’. También hay una hora límite, y si el empleado no quiere apretar el ‘sí’ será licenciado (despedido) con tres meses de salario. Al contrario, el que elige quedarse en la empresa puede esperar regresar a la oficina (‘el trabajo presencial’) en lugar de trabajar desde casa. Además, tendrá que aguantar más horas de gran intensidad y condiciones de trabajo más duras.
La salida de empleados ha sido masiva, y algunos han mostrado su desprecio por su CEO publicando mensajes e insultos en Twitter y también sobre la fachada de la sede en San Francisco. (Por razones de seguridad la sede ya había sido cerrada.) Habiendo despedido ya a la mitad de su personal, incluyendo muchos de sus altos ejecutivos, Musk se arriesga al colapso de su nueva adquisición, de la que es dueño absoluto.
Además, es posible que Musk deba responder a las preguntas de algunos senadores demócratas que han pedido una investigación de la parte de la Comisión Federal de Comercio con respecto a la protección de los usuarios de Twitter y a la integridad y ciberseguridad de la plataforma.
En conclusión, me pregunto si la empresa tiene todavía un departamento de recursos humanos, ya que Musk no parece tener ninguna habilidad en las relaciones con su fuerza de trabajo. Normalmente, un negociador habilidoso opta por una negociación en la que todos ganan.