Durante las renovaciones de la estación de ferrocarril de Stirling, un tesoro escondido se encontró recientemente. Un fardo de papeles y tarjetas postales había sido puesto en la estructura del techo hace más de 100 años. Se quedaron abandonados y desapercibidos allí hasta ahora.
Unas de las postales datan de 1916, o sea durante la Primera Guerra Mundial, las cuales fueron dirigidas a soldados de los regimientos de Gordon Highlanders, Cameron Highlanders y Black Watch. Los mensajes son dirigidos a los soldados para que recogieran sus petates de la estación. En aquella época, esas tropas se desplazaban en cuarteles militares en los campos de entrenamiento en la región de Cambusbarron.
Los medios y periódicos locales hicieron un llamamiento para localizar las familias sobrevivientes de los soldados a quienes las postales fueron dirigidas. Un archivista está reconstituyendo la historia y los detalles de la vida del Lugarteniente John Neil Campbell, uno de los soldados, con la ayuda de la escuela secundaria donde estudió.
Se espera que las postales puedan ser conservadas para ser exhibidas en un museo regimiento, o devueltas a los parientes vivos de los soldados.
Me entristece pensar que, si la escritura de cartas continúa reduciéndose, no habrá descubrimientos similares en el porvenir.