Esta semana quisiera continuar nuestra discusión sobre la vida aquí en Escocia durante el estado de emergencia. Aun así, ¡no os preocupéis! Esquivaré los aspectos más serios del coronavirus. Me enfocaré a los cambios recientes en la vida callejera. Puesto que Robert y yo nos quedamos aislados en casa, me centraré en la vista desde nuestra sala de estar.
En primer lugar, tengo que explicar que vivimos en una pequeña plaza. En general el barrio es bastante tranquilo. No obstante, antes del estado de alarma, nuestra plaza fue la meca de los instructores de conducir, y de los examinadores también. Pienso que cada persona que quería aprender a estacionar un coche, echándose en reversa, lo hacía delante de nuestra casa, utilizando el coche de nuestros vecinos como blanco. Como sabéis, no es fácil dar marcha atrás, y de vez en cuando nos poníamos muy nerviosos mirando lo que pasaba.
Hace una semana, el gobierno canceló todos los exámenes de conducir. En consecuencia, las autoescuelas se cerraron. Es una situación muy dura para los instructores, y muy triste para los estudiantes que estaban a punto de hacer sus exámenes.
Ahora nuestra plaza sirve como pista de atletismo para varios adultos y varias familias que vienen aquí para correr. Dado que el gobierno nos anima a hacer ejercicio, la plaza ofrece un sitio perfecto para entrenar a diario, o pasear al perro.
No tengo fotos de nuestros atletas, pero quiero compartir con vosotros la foto de un perro español. Es posible que el se enriquezca durante el periodo del coronavirus. Espero que sí.
Una broma de Noé: (Ignorar la palabra "F" )