Me encantó oír las buenas noticias la semana pasada del logro excepcional del hijo de una de nuestras voluntarias. Mark Agnew y su tripulación establecieron dos récords mundiales cuando realizaron un viaje en kayak por la ruta marítima que se llama el Paso del Noroeste en el océano Ártico. No sólo es la primera tripulación que ha logrado completar este viaje, sino también la primera en hacerlo sin velas ni motor.
El equipo emprendió el viaje de 2000 millas en julio desde la Bahía de Baffin y llegó a su destino en el Mar de Beaufort en octubre. Siguió la misma ruta que Sir John Franklin, cuya expedición en 1845 terminó en desastre con pérdidas de dos barcos y la muerte de 129 hombres. Parece que debido a la cantidad de hielo derritido durante las últimas décadas hizo posible que Mark Agnew y su tripulación completaran el viaje.
Mark describió unos de los retos de su expedición en una entrevista televisada. Por ejemplo, los aventureros tenían que sacudir su ropa para descongelarla antes de vestirse; enfrentarse con las olas de hasta 15 pies de alto; una vez, se quedaron atrapados en el hielo. Además, un día Mark se encontró cara a cara con un oso polar al salir de su tienda.
La valiente determinación de Mark es aun más impresionante porque fue su tercer intento de remar a través del Atlántico. En 2016 y otra vez en 2018 fue rescatado del mar. El artículo en el enlace de abajo describe su preparación para la segunda expedición que hizo en un equipo de dos personas. Mark, quien es disléxico, describe en el artículo cómo las diferencias y puntos fuertes, tanto de su compañera autística y de él, se complementan