En 1896, Alfred Bernhard Nobel legó una de las mayores fortunas del mundo. Las instrucciones en su testamento explicaban sus deseos para la creación de un fondo el cual otorgaría premios cada año ‘a las personas que, durante el año anterior hubieran conferido el máximo beneficio a la humanidad en: la fisiología y medicina; la literatura; la fraternidad entre los países; la reducción de los ejércitos y la celebración y promoción de congresos de paz.’
El industrial, inventor y fabricante de armamentos, sueco de nacimiento e ingeniero químico de formación, nunca se casó ni tuvo hijos. Unas de sus más famosas invenciones fueron la dinamita y las balísticas. Parece que decidió incluir la paz como una categoría de los premios para compensar por haber inventado estas fuerzas destructivas. Además, se dice que su amistad con Bertha von Suttner, una activista por la paz, hubiera podido influenciar a Nobel de tomar esta decisión.
Los primeros premios fueron convocados en el año 1901. Todos, excepto el Premio de la Paz, se otorgan en Estocolmo. El Premio Nobel de la paz es el más conocido hoy en día y se otorga en Oslo.
La larga lista de galardonados incluye Martin Luther King, Nelson Mandela, La Madre Teresa, Aung San Suu Kyi y El Dalái Lama, entre otros muchos más.