Glasgow debe su importancia a la revolución industrial, pero con el crecimiento rápido de la ciudad, debido al desplazo de la gente por eventos en Irlanda y en el norte de Escocia, llegó también la contaminación al Rio Clyde.
Después de varios brotes de cólera, la primera fuente de agua saludable se abrió en los Gorbals y animó a las autoridades a encontrar otro suministro al norte del rio. La búsqueda los llevó a Loch Katrine, unas 26 millas fuera de la ciudad, y así en 1856 se dio empiezo del proyecto más ambicioso de suministro de agua desde la época romana. Los dos acueductos paralelos que pueden llevar hasta 480 millón litros de agua por día a los embalses intermedios encima de la cuidad en Milngavie se consideran la hazaña de ingeniería más grande de la época.
Además de los principales acueductos, otros fueron construidos para aumentar el suministro durante periodos sin lluvia y asi trasladar agua a Loch Katrine desde los lagos cercanos de Loch Arklet y Loch Finglas. Loch Venechar también formó una parte del esquema con la construcción de una represa, la cual controla el flujo de agua vía el Rio Teith al Rio Forth. En el pasado incluso habían turbinas para producir electricidad usando el agua trasladada.
Durante los años sesenta y setenta, se desarrolló otro sistema del suministro de agua desde Loch Lomond vía un tratamiento en Balmore para el nuevo pueblo de Cumbernauld y a la zona industrial en Grangemouth, pero hoy en día Balmore sirve (abastece) una zona más grande desde el este de Glasgow al oeste de Edimburgo. La intensificación del tratamiento en Balmore entre 2000 y 2006 fue apoyada por dos nuevas cañerías en Strathblane las cuales permiten que el agua de Loch Katrine fluya por gravedad a Balmore. El agua de Loch Katrine es más barata porque no es bombeada.
Hasta el fin del Siglo XX, el tratamiento en Milngavie consistía de solo la adicción de cloro y de calcio hidróxido. Sin embargo, durante los años noventa, hubo dos brotes de “cryptosporidium” en Glasgow, y aunque no parecía que esa era la fuente, fue la hora de mejorar la calidad del agua. En 2006 se abrieron las nuevas obras de tratamiento que comprende coagulación y filtración de arena para quitar el color y los quistes de cryptosporidium antes de la desinfección y estabilización con sodio hipoclorito, acido fosfórico y hidróxido de calcio.
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El jueves pasado, 29 de septiembre, hubo un accidente en la carretera A81 cerca de Balfron. Un camión chocó con el puente que llevab unos acueductos y este se atascó debajo de un puente y cerró la carretera e hizo un daño sustancial. Es probable que este puente histórico tendrá que ser reemplazado y por consecuencia, ha sido necesario cerrar uno de los acueductos y parar el sumistro agua desde Loch Katrine a Balmore. Hasta que el acueducto y el puente hayan sido arreglados, nos costará cinco mil libras por día para bombear agua de Loch Lomond para mantener el suministro.