Si vosotros vivís en Stirling tenéis que adaptaros ahora a una nueva rutina semanal. El programa de los basureros ha sido cambiado en un modo fundamental, para facilitar el reciclaje en nuestro municipio.
Hace unos años el ayuntamiento introdujo en nuestra ciudad los contendores de basura con ruedas. Cada hogar recibió una serie de contenedores, grandes y pequeños, de varias formas y de diversos colores. Delante o detrás de las casas, los “wheelie bins” se ponen en posición de firmes, como soldados.
Este otoño, la administración local nos escribió explicando que nuestro escuadrón de contenedores iba a aumentar, y nos presentó los nuevos miembros del ¡regimiento!: el recipiente marrón para los residuos del jardín y de la comida; el recipiente verde para los papeles y el cartón y el recipiente azul brillante para los plásticos. Materiales que anteriormente teníamos que separar, ahora debemos mesclar.
El nuevo sistema depende de la participación de los habitantes. En lugar de tirar las latas, los envases y los botes en la recogida general, tenemos que lavarlos, poniéndolos a un lado, y más tarde trasladarlos afuera a la orilla de la carretera, desde atrás de la casa donde escondemos los contenedores durante la semana.
Aunque nos quejemos, debemos recordar que el planeta se beneficiará de nuestros esfuerzos.
Hace unos años el ayuntamiento introdujo en nuestra ciudad los contendores de basura con ruedas. Cada hogar recibió una serie de contenedores, grandes y pequeños, de varias formas y de diversos colores. Delante o detrás de las casas, los “wheelie bins” se ponen en posición de firmes, como soldados.
Este otoño, la administración local nos escribió explicando que nuestro escuadrón de contenedores iba a aumentar, y nos presentó los nuevos miembros del ¡regimiento!: el recipiente marrón para los residuos del jardín y de la comida; el recipiente verde para los papeles y el cartón y el recipiente azul brillante para los plásticos. Materiales que anteriormente teníamos que separar, ahora debemos mesclar.
El nuevo sistema depende de la participación de los habitantes. En lugar de tirar las latas, los envases y los botes en la recogida general, tenemos que lavarlos, poniéndolos a un lado, y más tarde trasladarlos afuera a la orilla de la carretera, desde atrás de la casa donde escondemos los contenedores durante la semana.
Aunque nos quejemos, debemos recordar que el planeta se beneficiará de nuestros esfuerzos.