Después de la conversación la semana pasada, quizás los avanzados penséis en unos viajes en bicicleta, entonces aquí tenéis la oportunidad de aprender de algunos de mis errores.
Comprueba el clima y toma todo lo que puedas necesitar
Era marzo de 1979 y teníamos un día libre por una huelga de maestros. Yo y dos amigos partimos a Dunbar a las 10, llevando vaqueros y suéteres como siempre, y llegamos a la hora de almorzar. Robert ató las bicis a una farola con la cadena fuerte que había comprado por miedo a ser robado. Al salir del café se dio cuenta Robert que había dejado la llave de la cadena en Edimburgo. Después de convencer a la policía que eran nuestras bicis, llamaron al ferretero y la cadena fuerte fue cortada en unos segundos mientras empezaban a caer los primeros copos de una tormenta de nieve.
Siempre mira la carretera delante
A mi bici azul le falta los guardabarros. Una tarde de un viernes soleado yo, mi amigo Malcolm y sus hermanos menores decidimos ir a Gullane pero ni siquiera alcanzamos Musselburgh. A medida que nos acercamos a un paso peatonal , Duncan y yo, al frente del grupo, nos paramos porque una mujer estaba a punto de cruzar. Sin embargo, había unas chicas por el pavimento y habían atraído la mirada del guapo Malcolm . ¿Podéis adivinar lo que sucedió después?
Conozces tus limitaciones
Mi bici verde tenía una silla de bebés para llevar al pequeño Euan. Uno sábado le llevé al embalse entre Denny y Fintry. La colina hasta el embalse sube unos 250m de aquí. Me agotó más de lo que esperaba, Euan se durmió en mi “nombre” (se me durmió) y se inclinó a un lado. Al regresar a Stirling con Euan casi colgando de su silla, tuve que parar por el tráfico en Glasgow Road y no me quedaba la fuerza para prevenir que la bici y él se cayeran al suelo.
Cuidado con el perro
Toda la familia estaba de camping en Innerleithen y pasamos el sábado montando en bicicleta a Galashiels. Según regresábamos de Galashiels un perro joven empezó a seguirnos. Paramos hasta que el perro se calmó y se fue, pero un par de minutos más tarde oímos su ladrido de nuevo. Luego el perro corrió hacía nosotros por el pavimento y fue atropellado por un coche. Fue un viaje de vuelta muy triste.
¿Tenéis historias semejantes para compartir?