¿Quién pudo haber prognosticado el resultado histórico de la cumbre entre el presidente de Corea del Norte, Kim Yong-un, y el de Corea del Sur, Moon Jae-in? En un gesto muy simbólico, el líder nortecoreano cruzó la frontera surcoreana para reunirse con el líder del país considerado durante muchos años hostil a Pyongyang. A cambio, Moon cruzó al lado norcoreano por invitación de Kim. Después, los dos líderes fueron hacia el ‘Pabillón de la Paz’, situado en la zona demilitarizada para discutir su agenda sobre la desnuclearización de Corea del Norte y la posibilidad de poner fin a las hostilidades.
Hubo signos de una actitud más conciliatoria de la parte de Kim antes de la reunión cuando declaró que desmantelaría su sitio de pruebas nucleares y que no continuaría con los lanzamientos de los misiles intercontinentales. Además, la participación entre las dos Coreas durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Seúl fue significativa e indicó que un cambio podría estar en las cartas.
Dos preguntas surgen como resultado de esta reconciliación:
- ¿Por qué Kim decidió desarmar a su país con respecto a las armas nucleares?, y
- ¿(Acaso) Va a continuar indefinidamente este deshielo de relaciones entre las dos Coreas?
Un analista político de la historia de Corea puede sin duda ayudarnos a entender lo que acaba de pasar entre los dos países, y esperamos que las palabras de Kim hayan sido sinceras cuando escribió en el libro de honor colocado en el Pabellón que ‘Una nueva historia empieza ahora, una era de paz’.
Fuentes para consultar: